lunes, 18 de junio de 2007

La web 2.0 enlazando personas

El texto en su acepción clásica se entiende como un elemento unilineal. Contempla entonces una ordenación del discurso que le impone al receptor la forma de decodificarlo, estructuralmente hablando. Con la llegada de la web el elemento Hyper: Hipertexto, Hipervínculo, el texto se convirtió en sólo una ventana para acceder a las múltiples realidades relacionadas a un tema en particular. Sin duda alguna la web replantea la ordenación lógica del discurso, de allí que se hable de la “lógica digital”, un sistema de ordenación al que no es posible aplicarle las normas clásicas de construcción sintáctica y semántica arrojadas por la lingüística estructural.
Pero esa no es la única novedad. Quizás el elemento más revolucionario sea la posibilidad de co-creación e incorporación que otorga este tipo de medios. Si bien la HTML permitía la creación de páginas estáticas difíciles de actualizar, la XML permite la ordenación de datos, procesamiento y aglutinamiento de los mismos es el factor humano el que le otorga significado a la plataforma digital. Bienvenidos a la web 2.0. Según Christian Van Der Henst, director del portal
www.maestrosdelaweb.com “la Web 2.0 es la transición que se ha dado de aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones que funcionan a través del web enfocadas al usuario final. Se trata de aplicaciones que generen colaboración y de servicios que reemplacen las aplicaciones de escritorio”. Tecnología y cognición actúan como una dupla en el que la primera le facilita la consecución de un espacio coherente a la segunda y la segunda le enseña y dota de significado a la primera de forma tal que se crea un espacio personal al alcance de todos. He allí el punto clave, más allá de vincular textos, la web 2.0 permite enlazar personas, realidades, visiones de un mismo mundo, permite crear comunidades globales unidas por un mismo fin, permite acceder al espacio público por cuenta propia, con tu propio mensaje, con tu propio discurso.
Seguramente muchos de nosotros ya somos parte de la web 2.0: escribimos en nuestro propio blog, le mostramos a nuestros amigos qué tal nos fue en nuestro último viaje a través de flirck y siempre chequeamos que dice wikipedia sobre el tema para la última asignación de la universidad, y lo mejor es que todo ha sido muy sencillo de hacer.
Probablemente este planteamiento traiga de vuelta el debate desatado por el teórico de la comunicación Marshall Mcluhan cuando afirmaba que el “medio es el mensaje” pues si entendemos el medio (la web 2.0) como la interacción entre el hombre y la máquina, arguyendo que ambos se retroalimentan, el discurso cobrará un sentido específico a través de la lógica digital es decir, ambas especificidades construyen el mensaje.
¿Empezamos nosotros el debate?...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es por ello que como especialistas de la comunicación, no podemos quedarnos con la necesidad de analizar las viejas estructuras en las cuales se ha posado la sociedad, en donde existe una lucha constante sobre el derecho de autor, por ejemplo. ¿Hasta qué punto es necesario este elemento cuando existe la posibilidad de generar caldos de cultivo de conocimientos disímiles? Una vez más se comprueba la inexistencia de una verdad absoluta, una vez más nos topamos con la ética de aquellos que presten colaboración o accedan a la Web, en quiénes se deberá confiar, pues al fin y al cabo si una idea es demasiado buena más allá de reconocer a su autor, resulta fundamental su difusión, que esta llegue a la mayor cantidad de personas para que se consigan aportes al máximo.